domingo, 15 de enero de 2012

Paleoantropología en crisis





Autora Ana Azanza

Interesante documental sobre Anne Dambricourt, paleoantropóloga cuyas tesis sobre la evolución humana produjeron una agria polémica entre los darwinistas acérrimos. Según Anne Dambricourt el secreto de la evolución del cuerpo humano estaría en este hueso de la base del cráneo que tiene forma de mariposa y que se llama esfenoides, lo dice hacia el minuto 14.


Todo empezó por la tesis doctoral de Drambicourt de 1983 sobre las mandíbulas fosilizadas de nuestos antepasados. Se le ocurrió girar los cráneos y comparar no las mandíbulas sino la base de los cráneos del joven chimpancé y del Neandertal. Los cráneos se mueven al pasar de una especie a otra, si la forma de la mandíbula cambia se debe a que cambia la posición de la base del cráneo.

La evolución que conduce a la especie humana desde el australopitecus se debería a que dicho hueso aparentemente de forma inesperada se pliega en cada nueva especie. El hueso está más plano en los monos y mucho más curvado en el hombre. Esa curvatura influye en la visión estereoscópica, en la que los dos ojos se usan conjuntamente.
Lo curioso del caso es que sus investigaciones sobre la diferente curvatura van en la línea de lo que una odontóloga ha observado en los niños que padecen de los dientes debido a la posición o forma del hueso. Nuestros dientes se mueven. La odóntologa corrige la posición de los dientes en los niños. En Europa el 70% de los niños tienen problemas, en USA el 80%,  en Japón el 95%. Cada vez tenemos más problemas con la posición de los dientes. Filogénesis y ontogénesis parecen coincidir. La base del cráneo se flexiona a lo largo de la evolución, siempre en el mismo sentido.

Este descubrimiento va en contra de los defensores de las mutaciones del ADN al azar, de los que dicen que el hombre es un "mono que baja del árbol" y habita en la sabana. La adaptación al medio sería el motor de la evolución. Pero ¿si el secreto de la evolución estuviera dentro y no fuera de nosotros?

Lo determinante ya no sería vivir en la sabana, puesto que parece ser que los primeros especímenes capaces de ponerse de pie seguían viviendo en los árboles, o al menos eran capaces de hacerlo. Yves Coppens, el descubridor de Lucy, autor de documentales reputados se opone a esta nueva idea.
Pero los propios científicos discuten sobre la definición del taxón homínido.

En 1997 un fósil de australopitecus descubierto en Sudáfrica dió un vuelco a la investigación. Su pie estaba más adaptado a la vida en los árboles que en la sabana. Podía separar el dedo gordo de sus pies de los demás dedos, y por tanto podía subir por los troncos. Philip Tobias dice que todos los fósiles de plantas y animales de Africa del este no presentan ningún signo de adaptación a la sabana. Sino que todos están adaptados a la vida en el bosque.

Molestó su descubrimiento ya que parece apoyar a los creacionistas partidarios de una intervención divina en la evolución. No me parece que los enemigos de Dambricour tengan forzosamente razón, me interesa su teoría de una especie de memoria de la vida que está dentro de cada uno de los vivientes y que da lugar a los cambios.

 Esto de que el secreto de nuestros cambios fisiológicos y físicos como especie estén en un hueso con forma de mariposa que sin avisar se pliega en determinados individuos me parece digno de atención. La forma del hueso me ha recordado a lo que con frecuencia he escuchado al profesor José Biedma sobre la  etimología de la palabra alma.

Algo sobre esta polémica investigadora se puede leer aquí:

http://www.multilingualarchive.com/ma/frwiki/es/Anne_Dambricourt-Malass%C3%A9

En el vídeo se muestra el único fósil de australopitecus conservado (min. 28). La curvatura del esfenoides da una explicación al origen del lenguaje humano. Durante cuatro millones de años reinarán los australopitecus, que nunca dominaron el fuego, este personaje tenía el futuro dentro de él. Hace 2 millones de años el esfenoides se flexiona una segunda vez y aparece el "homo", ergaster, habilis, erectus... tienen el esfenoides más curvado que en el australopitecus. Aparece el lenguaje: la nueva posición del esfenoides liberó la laringe, haciendo posible la palabra (min. 31:54). Los primeros hombres no podían pronunciar las vocales, utilizaban chasquidos de la lengua contra el paladar, los dientes y las paredes de la boca. Habla el científico del lenguaje descubriendo los secretos de esos primeros idiomas humanos. Y hablan las mujeres bosquimanas que explican que sus antepasados han aprendido de los animales a realizar sonidos..

Hace 160.000 años el esfenoides se volvió a plegar, el cerebro se complica, está mejor irrigado. Y vemos una evolución cultural rápida, ha aparecido el homo sapiens. Con su pensamiento abstracto, la herramienta no es sólo útil, también es objeto de prestigio, aparece el arte sobre las paredes rocosas. Es la primera forma de escritura.

Dado que el blog se titula Espíritu y Cuerpo encontrar que en un hueso con forma de mariposa está el secreto de nuestro cuerpo humano es el artículo que no podía faltar.


Lo curioso del caso es que podría ser que en el futuro dicho hueso se curve aún más  y dé lugar a cambios importantes, ¿quizás a otra especie? la ciencia ficción ya no me interesa tanto. Pero el vídeo merece la pena.

2 comentarios:

  1. excelente investigación nos aporta conocimiento una variedad de respuestas a ciertas respuestas con respecto a la evolucion de humano !!!
    EDWIN E GARAY J
    STUDY AND MEDICINE

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  2. Simplemente espectacular.

    Gracias por compartirlo...

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